Superficie y Revestimiento

Superficie y Revestimiento de Prótesis

Superficie y Revestimiento

El revestimiento es la membrana que forma la bolsa en cuyo interior se mantiene el contenido de gel o suero. Puede ser de láminas de silicona, de Poliuretano y en estudio de Titanio (se esta investigando su posible). Es otro punto de controversia. La superficie de las prótesis puede ser lisa o rugosa. En la actualidad aproximadamente un 30% de los cirujanos plásticos colocamos prótesis lisas debajo del músculo. Mientras que prácticamente todos colocamos prótesis rugosas por encima del mismo, es decir, por debajo de la glándula o de la aponeurosis del músculo pectoral. El por qué de cada elección ha de estar razonado y, como es lógico, justificado por estudios que demuestren o corroboren la elección. Históricamente la evolución fue de la siguiente manera: Las primeras prótesis de silicona utilizadas eran de superficie lisa y se colocaban directamente debajo de la glándula con un alto índice de contractura capsular. Para remediar esto se investigó y resultó que las prótesis rugosas provocaban la contractura capsular en menor número y de menor intensidad (con las prótesis directamente debajo de la glándula). Más adelante se replanteó la posición de las prótesis y se vio que la posición submuscular era más adecuada puesto que los implantes por no estarían en contacto con la glándula y, por lo tanto, con los frecuentemente contaminados conductos galactóforos (la contaminación es una de las posibles causas de contractura capsular).

Como es lógico, y huyendo siempre de la contractura capsular, se pensó que debajo del músculo y con prótesis rugosas prácticamente desaparecería la temida contractura capsular. No fue así exactamente aunque sí disminuyó considerablemente en número e intensidad. En esta posición (submuscular) y con este tipo de prótesis (rugosas) comenzaron a aparecer algunos inconvenientes: por un lado, si las prótesis ascendían resultaba difícil descenderlas de nuevo (al ser rugosas quedan adheridas) y, por otro, las prótesis tenían distinta respuesta dependiendo de si se daban masajes o no y, por supuesto, del momento en que comenzaban a darse. Si no se las masajea las prótesis quedan más o menos firmes, proyectan la glándula y el resultado puede ser maravilloso, salvo que se tenga poca glándula, en este caso quedarán firmes, eso sí, pero también inmóviles: en la playa, tumbadas queda típicamente como pechos con prótesis. Si tienen glándula la cosa mejora, puesto que la glándula se lateraliza y da un aspecto más natural.

Si se quiere conseguir que las prótesis se muevan en el bolsillo que hemos creado, entonces es necesario movilizar las prótesis lo más pronto posible. En este caso la rugosidad de la prótesis estimula para que el cuerpo produzca una cápsula externa (la normal) y otra cápsula que envuelve directamente a la superficie rugosa de la prótesis; esto viene a significar que el organismo está transformando la prótesis rugosa en una de superficie lisa. Para evitar este trabajo añadido nosotros preferimos colocar prótesis de superficie lisa debajo del músculo. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que preferimos colocarlas rugosas en este emplazamiento (submuscular): cuando la paciente presenta deformidades torácicas que pueden favorecer el desplazamiento de las prótesis (pectum excavatum, pectum carinatum, asimetrías torácicas…). En estos casos la adherencia de las prótesis evita desplazamiento no deseados de las prótesis.